sábado, 2 de abril de 2011

2*

  Frías gotas de lluvia caían sobre mi cara mientras me alejaba de esa casa que fue nuestro refugio en los últimos cien años y, aunque intenté no volverme, lo hice y me partió el corazón no verte corriendo detrás de mi, parándome y obligándome a volver sobre mis pasos, deshacer mi maleta y quedarme a tu lado. Como echaba de menos cuando me abrazabas por detrás y como me susurrabas al oído que todo lo malo pasaría que terminaría por irse si permanecíamos juntos, que nada podría pararnos...
   Recuerdo como si fuera ayer, cuando todos me insultaban porque jugaba a "cosas de niños", nadie me aceptaba pero tu, callado como eres, te limitabas a jugar conmigo, me enseñabas cosas de los coches, de fútbol,... Sin darte cuenta me reconfortabas, me hacías sentir querida y aceptada. Siempre te lo agradecí aunque quizás no lo exprese muy bien, porque en el fondo somos muy parecidos, a ambos nos cuesta decir estas cosas simplemente nos ayudamos y nos apoyamos los unos en los otros, porque somos una familia. Que haría yo sin vosotros...
   Nunca dejaré que os hagan más daño, no permitiré que os falten al respeto. Lo juré por mi vida y yo nunca falto a mis juramentos. Ya vi morir a Mel, no soportaré perder a nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario